El increíble caso de las casas que sangran

Las casas que sangran son un fenómeno muy poco conocido del ámbito paranormal y uno de los más inquietantes porque nadie ha logrado dar con alguna explicación.

En la historia reciente se han registrado dos casos increíbles de casas que sangran. Uno en Francia y uno en Estados unidos, que se han convertido en los más populares. A ninguno de los dos se le encontró nunca ninguna explicación.

Si quieres conocer cómo sucedieron estos acontecimientos, sigue leyendo que te lo contamos.

Casas que sangran: Caso de Aisne, Francia 1986

En el año 1985, el matrimonio compuesto por Jean-Marc y Lucie Belmer se mudó a una casa localizada en St. Quintín una ciudad localizada en Aisne, Francia.

Jean- Marc, por motivos de trabajo solía viajar mucho, quedando Lucie sola en casa la mayor parte del tiempo.

Pocos meses después de haberse mudado a este lugar, en enero de 1986, Lucie despertó un día y encontró sangre por la casa. Había manchas tanto en el suelo, como en las paredes y muebles, incluso dentro de algunos cajones.

Lucie acudió a la policía porque pensó que la sangre podía deberse a algún tipo de broma macabra que alguien le estaba haciendo por encontrarse sola en la casa. Ella declaró además que a veces escuchaba ruidos por la casa, como puertas que se cerraban y pasos.

La policía se presentó en la casa de los Belmer a investigar lo dicho por Lucie, pero concluyeron que tal vez algún animal lastimado podría haber entrado a la casa mientras ella dormía.

Sin embargo, unos días después, el misterioso suceso volvió a ocurrir, en esta ocasión también estaba presente Jean-Marc. Nuevamente, al despertar habían encontrado sangre emanando en distintos lugares de la casa.

Esta vez la policía tomó muestras de sangre y dejaron esa noche harina por los suelos dentro y fuera de la casa con la finalidad de detectar alguna huella. Pero al día siguiente aparecieron nuevas manchas de sangre y no pudieron encontrar huellas de ningún tipo.

El misterio aumentó cuando analizaron las muestras de sangre y se dieron cuenta de que era sangre humana.

El matrimonio, al fracasar con la policía trató de acudir a una médium, pero los eventos seguían ocurriendo y finalmente la pareja decidió mudarse. Según algunas fuentes, la casa tuvo unos nuevos arrendatarios y volvió a sangrar.

Se dice que la casa finalmente fue demolida, pero lo más terrorífico es que durante la construcción de una nueva, se encontraron cadáveres de militares nazi. No hay ningún registro de que esto haya vuelto a suceder en el mismo sitio.

Casa sangrante de Atlanta, Estados Unidos 1987

En 1987 en la ciudad más poblada del estado de Giorgia en Estados Unidos, una pareja de ancianos vivía en la casa del 1114 de Fountain Drive. Se trataba de Minnie Winston, de 77 años y William Winston, de 79 años.

El 8 de septiembre, la señora Winston decidió darse un baño cerca de la media noche y cuando salía se dio cuenta de que del suelo estaba brotando sangre, como si estuviera rociada.

Alarmada, salió del baño, solo para comprobar que también había sangre filtrándose en las paredes de la cocina, el salón, el dormitorio y los pasillos. Lo primero que pensó fue en comprobar si su marido estaba bien, ya que estaba enfermo del riñón y acudía a diálisis regularmente.

Al comprobar que William Winston se encontraba bien, la pregunta era ¿de dónde había surgido la sangre? Juntos revisaron la casa, pero además de las manchas en distintas habitaciones, no encontraron nada que las causara.

La pareja de ancianos llamó a la policía en la mañana y los oficiales les hicieron varias preguntas, confirmando que solo ellos vivían en la casa y que no tenían mascotas que pudieran haber dejado esas manchas, ni tampoco escucharon ruidos que indicaran la presencia de algún intruso.

Al igual que en el caso de la casa de Francia, se tomaron pruebas y se analizaron; los resultados también indicaron que se trataba de sangre humana.

El director del laboratorio dijo que podría ser un homicidio o un engaño, pero la policía no encontró ninguna evidencia de un asesinato.

A diferencia del caso de la casa en Francia, donde los ocupantes se habían mudado pocos meses antes del extraño evento, los Winston tenían ya 22 años viviendo en ese lugar y nunca habían experimentado nada raro en su hogar.

Una de las declaraciones que más causó intriga entre los que seguían el caso, fue la de Horace Walker, lugarteniente de la policía, en las que reconocía que se encontraban en un callejón sin salida, que no descartaba la posibilidad de que hubiera sido un montaje, pero que lo que más le preocupaba es que no tenían ninguna respuesta.

El hecho llegó a los medios y se habló mucho al respecto. Sin que el suceso se volviera a repetir, el misterio de la casa que sangra de Atlanta quedó en los registros policiales, convirtiéndose en uno de los casos no resueltos de esa ciudad, catalogada por las autoridades como “una circunstancia desacostumbrada”.

¿Habías escuchado algún caso de casas que sangran?