Desde los inicios de la civilización se rinde culto a la muerte como un proceso natural y necesario en el mundo. Aunque fue condenado por la Iglesia católica como un rito pagano, la Santa Muerte gana cada vez más adeptos.
Conocida también como La Flaquita o La Niña Blanca, los orígenes de la Santa Muerte se ubican en México, pero hoy en día es venerada en muchas partes del mundo.